viernes, 20 de marzo de 2009

Carmen Dorta, desde Valle de Guerra a La Laguna

La fuente oral y el pasado nos vuelven a traer hasta nuestra labor de recuperación del ayer de las "Mujeres de Tenerife". Nuestra informante de este lunes es Carmen Dorta Pérez, vecina de Valle de Guerra, que nos acerca, con sus memorias y vivencias, al mundo de la enseñanza en aquellos días donde ella ejercía como "maestra particular".


Carmen Dorta vio su primera luz el 26 de marzo de 1930 en Valle de Guerra, localidad del nordeste de Tenerife perteneciente al municipio de La Laguna. En este pueblo costero, Carmen creció entre las labores agrícolas de su familia y es testigo directo de los cambios que ha experimentado la localidad vallera.


Nuestra informante nos hace un recorrido por sus memorias y nos traslada a un Valle de Guerra agrario, donde destacaba el cultivo de algodón, caña dulce, plataneras, papas y otros productos de la tierra. Un pueblo vallero donde Carmen recuerda que había momentos para disfrutar con los bailes en la plaza de la Iglesia o los paseos hasta el cine de Tejina. "Cuando se terminaban las procesiones, la misma banda que acompañaba al Santo o a la Virgen tocaba una o dos piezas en la plaza y pasábamos un ratito agradable", comenta Carmen.



Maestra particular


Como era norma habitual en el ayer de nuestra gente, desde muy temprana edad había que abandonar la escuela para "dedicar todos los esfuerzos al negocio familiar para salir adelante". Nuestra protagonista, negada a abandonar los estudios, compaginaba el trabajo en las tierras familiares con su formación, empleándose como "maestra de clases particulares para sacar un dinerito" y poderse pagar los estudios.


En un pequeño salón que tenía en su casa, Carmen, con tan sólo 14 años, dedicaba sus tardes a dar clases a los niños de los barrios de Las Toscas y La Hondura. "No recuerdo exactamente cuantos niños tenía, pero tenía que hacer dos turnos para dar clase a todos", comenta Carmen, quien asegura que daba clase a niños hasta los 13 ó 14 años.


Nuestra maestra comenta que con una pizarra y una gran enciclopedia, sus clases se centraban en enseñar a leer, escribir y las reglas básicas de matemáticas, asegurando que por aquel entonces los niños mostraban un entusiasmo enorme por aprender. "Recuerdo a Blas, que venía caminando desde La Hondura para aprender algo. Era tan pequeño que se me dormía en clase del cansancio", nos asegura Carmen con la sonrisa siempre en su rostro.


Aunque nuestra protagonista reconoce que ver cómo los niños aprendían era lo que más la reconfortaba, afirma que "aunque no era mucho, el dinero que ganaba como maestra me ayudaba para pagar el Bachillerato. Terminaba de dar clases por la tarde y me iba toda la noche a casa de mis primas para seguir estudiando", recuerda.


Pensión en calle Bencomo


La etapa como maestra de nuestra protagonista acabó con 16 años, edad con la que se desplazó a vivir a La Laguna para cursar segundo y tercero de Bachillerato. Tras prepararse en apenas dos meses los cursos de Ingreso y Primero, Carmen se instaló en el casco lagunero durante dos años para terminar el Bachillerato en el Instituto Cabrera Pinto, dirigido en aquel entonces por Agustín Cabrera.


Debido a la dificultad que suponía desplazarse desde Valle de Guerra diariamente, nuestra protagonista se instaló esos dos años en una pensión ubicada en la calle Bencomo: "Pagaba unas 100 pesetas por dormir y comer, además siempre que bajaba a casa regresaba con papas y productos de la cosecha de mis padres para la pensión", nos señala.


Esta vallera rememora el ayer de los estudiantes laguneros y nos acerca al pasado de la ciudad. "En mi tiempo libre disfrutaba mucho de la paz y el sosiego de La Laguna, paseando por la calle Carrera o el Camino Largo", comenta una Carmen que también recuerda con agrado los bailes que sábados y domingos ofrecían en El Ateneo.


Hoy, Carmen Dorta disfruta de la vida junto a su familia en Las Caletillas, lejos de ese Valle de Guerra que la vio nacer y crecer, ese pueblo donde con mucho esfuerzo "mi marido y yo logramos dar estudios y una educación a todos mis hijos". Nosotros nos despedimos y los emplazamos para el próximo lunes, donde volveremos con una nueva entrega de "Mujeres de Tenerife".


DOCUMENTACIÓN: NATALIA PAIS E ITAMAR BARRETO. FUENTE: ANSINA.domingo.jorge@canaryinfoweb.com


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